sábado, 6 de septiembre de 2008

lunes, 18 de agosto de 2008

Diario de una obra

Venezuela, 17 de agosto de 2008

Han surgido nuevas ideas para la presentación del poema, es seguro que el sonido estará incluido porque esta es una de las composiciones que, para nuestro beneficio, describe varios sonidos que dan pie a diversas sensaciones. Eso nos encanta, sin embargo, no queremos abusar del recurso; nuestra preparación artística nos motiva crear algo más. Las ideas esbozadas son las siguientes:

Copiar la puerta de una nevera en fibra de vidrio de color rojo morado. Y ajustarla a una vitrina en una pared; dentro colocar diversos objetos como manos de trapo o de papel mache. Objetos enfrascados y un video o un radio, todo de forma armónica y agradable, para que la acción que muchos realizamos de abrir la nevera a veces solo por hábito, tenga un giro inesperado. Otra versión de esto, seria la misma puerta de nevera pero que detrás ella hubiese un sillón donde recostarse para escuchar el sonido de las olas del mar y de un corazón tranquilo, algo así como un útero dentro de la nevera.
Una mesa como las que se tienen en una cocina, donde una persona a través de recursos como micrófonos y amplificadores pueda realizar una pieza sonora en vivo relacionada con objetos de la cocina. Otra adaptación de esto sería, grabar en video la acción en una cocina real y presentarla en televisor o en proyección.

Mucho que conversar…. Las ideas siguen gestándose ¿como será el niño?

Diario de una obra

Diario de una obra

Venezuela, 13 de agosto de 2008

La interpretación que hemos tenido del poema es que cualquier momento de la vida puede tener un instante existencial. Las cosas más simples, los lugares más comunes como una cocina pueden convertirse de pronto, en algo más profundo que nos lleve a un lugar superior. En el caso de la poesía la comparación surge entre una cocina y el océano. La inmensidad del océano que trasmite la gigantez de la vida. la posibilidad de decir me siento vivo, lo he logrado.

En un principio durante las reflexiones acerca lo que íbamos a hacer se nos ocurrió darle un vuelco a la poesía, si la poesía hablaba (dicho de una manera burda) de la inmensidad de la vida, es posible que pudiésemos dar un mensaje acerca del suicidio, el cual es un tema que nos interesa por ser una problemática social de los tiempos modernos sobre todo en los ambientes urbanos. Sentíamos que lo que describa Rondoni era como una luz a la percepción deprimente que tienen los suicidas, una luz a la vida banal en las ciudades, a la soledad, a tedio de la rutina. Rondoni detuvo en tiempo en la mesa de la cocina y se sintió vivo, solo, en la ciudad. Eso nos pareció mágico y esperanzador. Aunque nos preguntamos si ¿detener el tiempo significaba morir?. En fin, Lo que queríamos era hablar de un problema que concreto, de cómo alguien que decide morir de pronto prefiere renacer.

Quisimos usar el color rojo morado que describía en su poema para resaltar la ideas perturbadoras de un suicida, usaríamos entonces el terciopelo vinotinto para recubrir en la escena objetos que pudiesen llevar a la autolisis; una pistola, una cuerda, un frasco; mientras que la escultura de un hombre en azul (indigo probablemente) se mantendría sentado en una mesa y a sus espaldas, el sonido del mar, el televisor, la nevera y el corazón surgirían de un equipo o de un televisor. El ambiente seria pacifico y al a vez perturbador.

Después de hablar esta idea en grupo decidimos desistir de ella por el riesgo de ser mal interpretados, probablemente los fuimos, y ese es el riesgo que se toma con los temas tabú. Seguiremos fantaseando, tal ves podamos expresar la idea de otro modo o simplemente debamos desistir de ella. ¿Qué pensará de esto el poeta?

viernes, 15 de agosto de 2008

El Centro Cultural Tina Modotti

El Centro Cultural Tina Modotti tiene como finalidad la promoción de las obras de arte de jóvenes artistas venezolanos e italianos, en ambos Países, con una clara referencia a los circuitos independientes del mundo del arte. El centro no tiene fines de lucro y se autofinancia gracias a una pequeña escuela de Cultura y Lengua Italiana (también dedicada a Tina Modotti). De esta forma, se quiere dar a conocer toda una cultura italiana que, por varias motivaciones, nunca ha llegado a Venezuela -creando un imaginario colectivo, para la mayoría, de una Italia bien lejos de su realidad- y, gracias a la visibilidad adquirida en los últimos diez años en los escenarios internacionales, sacar a Venezuela del aislamiento artístico. Se intenta también lanzar un modelo alternativo de intercambio cultural donde la idea central sea poder conocer y tener contacto con la realidad artística histórica italiana en su relación con la realidad artística de Venezuela -que empieza a hacer historia. Queremos crear un trueque de arte por arte, porque creemos que el artista quiere comunicar: nosotros le ofrecemos donde manifestarse con otro continente. El Centro Cultural es totalmente laico y sus decisiones son tomadas por un comité cultural formado por exponentes del mundo cultural Venezolano e Italiano.